lunes, 25 de enero de 2016

Cuestión de prioridades


La compra de una cocina no es una elección simple, ni sencilla. Es algo que no hacemos habitualmente (3 veces en la vida como media) y además sabemos que nos durará un buen montón de años con un uso diario de al menos 3 veces. Por esta razón no queremos equivocarnos, y debemos tener muy decididas nuestras prioridades personales.

Lo primero es saber cómo vamos a usar nuestra cocina, como lugar de reunión, de elaboración de menús para grandes reuniones, para una pequeña familia de 2, o incluso unipersonales. Todo esto debemos pensarlo antes de acudir a un estudio de cocina para que nos hagan un diseño.

Luego encontramos combinaciones que nos agradan más o menos, pero las hay con las que siempre acertamos como con el negro y madera.

Una compra reflexionada, nos aporta al final más satisfacción a la larga, es mejor pasar unas horas previas decidiendo que luego lamentándonos de tomar decisiones incorrectas. 

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